Educación

Programa PACE, el punta pie inicial para avanzar hacia una política pública de mayor alcance para el acceso a la Educación Superior.

Hoy es indispensable avanzar en políticas públicas que releven del lugar histórico que por determinantes socio-económicas han obstaculizado a miles de jóvenes la posibilidad de ingresar a la Educación Superior.
La defensa por una educación que permita la inclusión de todos los sectores ha sido un camino largo por parte de organizaciones e instituciones que tienen interés en progresar hacia una sociedad más equitativa.
En este momento, la coyuntura de cambio institucional tanto a nivel constitucional como en el Gobierno, nos genera una serie de preguntas.
Por un lado, en la convención se encuentra en discusión el rol que debiese tener la Educación en nuestro país.
¿Cuáles son los principios y derechos educativos que debiera garantizar la nueva constitución? ¿cuáles son los desafíos del Estado? ¿cómo se puede avanzar en un sistema escolar equitativo en que la trayectoria escolar permita un acceso justo a la Educación Superior? Me detendré en esta última pregunta más adelante.
Por otro lado, existen enormes desafíos para actual Presidente de Chile que abrirán, según las promesas de campaña, espacio a un nuevo paradigma educativo. En relación a ello ¿cuántas de sus propuestas están centradas en rescatar las demandas del movimiento estudiantil?
Recuerdo que el 2011 una de las demandas en Educación Superior fue elaborar una reforma al sistema de acceso a universidades.
Parte de esas demandas de los universitarios fueron recogidas el 2014 mediante el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE) en el Gobierno de Michel Bachelet.
El PACE a nivel nacional “permite el acceso a la educación superior a estudiantes (…) provenientes de contextos vulnerables (…) y el aseguramiento de cupos, por parte de las 29 instituciones de educación superior participantes del programa” (MINEDUC).
Actualmente el PACE de la Universidad Austral de Chile acompaña a los estudiantes de 40 Establecimientos Educacionales distribuidos en las regiones de Los Ríos, Los Lagos y Aysén. Si bien, los beneficios son múltiples, este programa requiere convertirse en una política pública de mayor alcance que permita retomar los anhelos de aquellas demandas de antaño.
Muchos jóvenes en Enseñanza Media al conocer el PACE ven en la trayectoria académica una posibilidad real de acceso lo cual genera mayor motivación académica. A su vez, muchas familias están optando por matricular a sus hijos en Liceos Públicos por esta misma razón.
Por lo mismo y, para finalizar, llegó el momento de preguntarse ¿cuál es el valor real que tiene la trayectoria académica? ¿seguirá siendo el filtro una evaluación que segrega o el ingreso a la Educación Superior se abrirá para todos?

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