COLUMNA DE OPINIÓN DIPUTADO IVÁN FLORES/ CUARENTENA Y RESPONSABILIDADES

Para muchos habitantes de comunas que estuvimos en “Cuarentena Total” (cuestión que en la práctica no se vio), se “termina” un mes denso, complejo y preocupante para las Mipymes y comerciantes de la región; pero mucho más preocupante y desilusionante ha sido este periodo para los equipos de salud que ven con estupor como una parte importante de la ciudadanía en cuarentena y sin mantener los resguardos, se aglomeró en las playas, plazas y distintos lugares públicos, manteniendo indicadores que como ya sabemos, son los más altos del país en términos de positividad y contagio.
Como ya hemos dicho repetidamente, la región de Los Ríos tiene una red hospitalaria debilitada producto de la postergación sostenida en la reposición de su infraestructura, en la capacidad de camas, en la normalización de los hospitales de Mariquina y Panguipulli, en la necesaria creación de un centro de alta complejidad regional, y en la disposición de especialistas en varios rubros críticos. En este contexto, el que tengamos los más altos indicadores de contagio sigue siendo la mayor preocupación y por ende una región de alto riesgo. Es por ello que la decisión política, tal vez “más que técnica” tomada por la autoridad sanitaria, se puede entender desde el punto de vista del intento de salvataje a la actividad económica demasiado desmedrada y asociada a la actividad turística que requiere evidentemente de un mayor flujo y movilidad de personas. Los Ríos, como sabemos, es una región de turismo de intereses especiales.
Ya que la autoridad ha decidido transigir entre la responsabilidad sanitaria y el requerimiento económico, ahora le toca a la ciudadanía asumir verdadera responsabilidad por esta mayor libertad de desplazamiento que debe hacerse con la mayor rigurosidad posible. La llegada de la vacuna, sin duda es un factor que nos pueda augurar el inicio del fin de la pandemia, pero mientras que no se vacune al 80% de la población, y esto será a mediados de año, aún estamos muy lejos de la seguridad sanitaria. Ello obliga a reforzar todas las medidas internacionales de prevención, y que es necesario repetir y repetir. El distanciamiento físico, correcto uso de mascarilla, alcohol gel luego de cada contacto físico con personas o superficies ajenas al domicilio, el lavado de manos y por cierto, evitar asistir a lugares concurridos si no es estrictamente necesario.
Ante la evidente falta de fiscalización efectiva y la “retirada a la vista” del contingente y autoridad a cargo del Estado de Excepción, claramente, ahora la responsabilidad es ciudadana y nuestra.